La firma electrónica llegó para quedarse
Mucho tiempo debió transcurrir para que los ecuatorianos pudiesen gozar de las ventajas de la firma electrónica. La historia de esta herramienta digital en el Ecuador comenzó en el año 2002 y ahora se ha consolidado como un elemento imprescindible para efectuar gran cantidad de trámites.
La humanidad apenas había inaugurado un nuevo milenio, y en el año 2002 se emitía en el Ecuador la Ley de Comercio Electrónico, Firma Electrónica y Mensaje de Datos. Sin embargo, la verdadera operatividad de la figura de firma electrónica como insumo tecnológico para resolver trámites, no ocurriría sino después de seis años, cuando en octubre de 2008 se acreditó al Banco Centtral del Ecuador como la primera entidad de certificación de firma electrónica en el Ecuador. Para el 2014, esa entidad suscribió un contrato con el Registro Civil para que brindase los servicios de emisión, renovación y revocación de los certificados digitales de firma electrónica, tanto para personas naturales como jurídicas.